Si no optas por un marco tradicional, existe una solución muy sencilla utilizando un imán y un disco metálico. Pega cada disco en la pared (con cinta adhesiva de pintor si la superficie de la pared es delicada) y sostén el Hanji con un imán.
Dado que el hanji es un papel hecho a mano, la textura, especialmente visible en los bordes, agrega un encanto característico a este papel. Por la misma razón, las dimensiones son aproximadas, con una variación de unos pocos milímetros.